RELATO GANADOR 2º ESO    

M.P.P.   2º  ESO

INVISIBLE

Domingo 15 de marzo del 2023, mi cumpleaños, una fecha que pocos conocerían:

Me he aislado. Realmente, no sé qué hacer, aunque esto es lo que siento diariamente, no me sorprende. Todo está en blanco, incluida mi mente. Nunca jamás me había sentido tan sola.

Viernes 13 de marzo, un día común antecesor de la catástrofe:

Me dirigía al instituto merodeando por las calles inmensas de Nueva York, como es habitual, caladas de gente ocupada. Acaban de inaugurar un nuevo establecimiento en la zona este de mi calle. El establecimiento es llamativo, resulta extravagante al tratarse de una simple tienda de colchones; esta nueva tienda está decorada por focos de diversos colores y variedades extrañas de plantas. Los focos formaban halos de luz multicolores que asombraban al público, que aplaudía cada vez que aparecía un color nuevo en el foco. Las plantas, las cuales no correspondían al establecimiento, en mi opinión, eran completamente idénticas: tono verdoso clorofila, con largas “raíces” que terminaban en flores hermosas de tono blanquecino, tallo fino aparentemente elegante, hojas verdes agresivo escasas y, que totalmente era » la guinda del pastel”, la purpurina grisácea brillante que se palpaba a 10 metros de distancia.

Todos esos componentes nombrados posicionados verticalmente a lados opuestos, focos arriba, encima de la construcción, su techo, y plantas abajo, arrimadas a la entrada de la tienda, posadas en un jarroncillo de cristal reluciente.

Aparte de las curiosas decoraciones nada más parecía resaltar. La pared o exterior del establecimiento era similar al mármol común y encima de la puerta principal había un cartel rojizo de bordes gruesos anaranjados con una frase fácilmente legible: “¡Hemos abierto!”

Aunque ahora mismo no hay nada en especial en lo que profundizar: ventanales que dejan paso a nuestra vista para echar un vistazo al interior de la tienda, puerta acristalada gruesa obviamente abierta a los espectadores. Nada más.

Pero en ese momento no debía estar observando la inauguración, ¡llegaba tarde al instituto! Mi expresión facial cambió bruscamente y comencé a correr lo más rápido que pude; gracias a la multitud provocada por la apertura me choqué innumerables veces hasta que llegué a mi destino, pero evidentemente, nadie se dio cuenta.

Ya eran las 9:00 de la mañana y llegaba tarde a mi instituto, el renovado instituto Highscore. Me adentré con la esperanza de que hubiera gente en el pasillo de las taquillas pero no, claramente nadie se había quedado fuera, por lo que, con la cabeza baja, abrí la puerta de mi aula y entré.

Absolutamente nadie, ni una mísera compañera se percató de mi ausencia. Entré y fui sigilosamente a mi pupitre y ninguna mirada se cruzó con la mía, ni siquiera la mirada del profesor.

Ya, bueno, pero esta situación era diaria y monótona, no es que fuera extraordinaria.

Milagrosamente lo que pareció aparentar ser un ángel, es decir, mi hermana gemela Kylian me preguntó susurrando: -Lylia, ¿estás bien? ¿Dónde estabas? Pensaba que caminabas conmigo. Espera…

Entonces, ¿quién era esa chica que permaneció a mi lado izquierdo mientras venía aquí? Sus ojos reflejaron incredulidad. La miré tímidamente durante un momento y le dije entre dientes: -Sí… Estoy bien… Y no sé…-

Ella me sonrió nerviosamente y volvió su cabeza hacia el profesor.

Sí, yo soy Lylia, aquella chica paliducha ocultada en los barrios de la ciudad y ella es Kylian, mi popular hermana que siempre me intenta hacer sentir mejor (sin acierto).

Repentinamente, la clase entera huyó del aula, incluida Kylian, y yo permanecí dentro. Entonces, salí.

Todo el instituto estaba fuera en los pasillos. Yo no podía hacer nada para que no me arrollaran, ya que no me escucharían. En uno de los empujones caí al suelo, inmóvil. Toda la gente me pisoteaba entre “Fueras” y “Estorbas”. No recuerdo nada más de lo que pasó después de esto.

Domingo 15 de marzo de 2023

Ahora sí: Desperté somnolienta de mi cama nido de colcha gris y pude visualizar débil y borrosamente mi habitación. No sé qué ocurrió, por qué amanecí en mi cuarto, entonces llamé a gritos a mi madre, tenía curiosidad. Mi madre no apareció. -¡Mamá! ¡Ven, por favor!- chillé de nuevo, pero tampoco vino en esta ocasión.

Finalmente, tuve que levantarme perezosamente, despegando mi rostro pálido de mi almohada. Bajé por las escaleras lentamente. No sonaba ningún ruido, no podía oír a mamá cocinar con papá y Kylian. Estaba asustada, “¿por qué no está?” ¿Estará comprando?” Pero papá y Kylian tampoco estaban.

Esta vez, aumentando el nerviosismo y la velocidad, corrí hacia la cocina. Nadie. ¿Y en el salón? Nadie.

¿En el baño? ¡Nadie, estaba sola!

Desesperadamente, salí al exterior con un pulso frenético. Abrí la puerta de mi casa fuertemente, y para mi sorpresa, ¡no había nadie en la calle! Ni coches, ni taxis, ni bicicletas. ¡Tampoco había animales, curiosamente! Esta situación era excepcional, nunca me había sentido tan abandonada.

Estaba hiperventilando, pero entonces, después de buscar, mirar e incluso inspeccionar cada esquina de la ciudad, que ésta, por otra parte, siempre parecía llenísima, con gente literalmente enlatada en cada oficina, volví a desfallecer sin respuesta alguna.

Momentos bruscos aparecieron en mi cabeza como relámpagos en una tormenta, y no resultaban ser lo bastante agradables. Yo, expresivamente, atravesaba la gente, saludaba y las personas seguían su curso, siempre igual. Recuerdos en blanco y negro gráficamente referentes a mis sentimientos. Era invisible para los demás. Les atravesaba de cualquier manera como un ser fantasmal. ¡Parecía que no era real!

Martes 17 de marzo de 2023, mi recuperación:

He despertado en el hospital. Al parecer, me desmayé en el instituto al sufrir tantas patadas en el suelo del pasillo de las taquillas. Hoy me ha recibido mi familia con unos regalos de cumpleaños y mis compañeros de clase me han organizado una celebración de recuperación. Lágrimas fluyeron en mi rostro al saber lo querida que era, y soy actualmente. Paso desapercibida porque así soy, pero eso no significa que no me quieran. No estoy sola.

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